Poligrafo Detector de Mentiras: 10 Puntos principales del el libro "Como detectar mentiras" de Paul Ekman



La mentira es un fenómeno complejo que implica tanto aspectos cognitivos como emocionales. El mentiroso debe inventar una historia falsa, mantenerla coherente, ocultar la verdad y controlar sus emociones.

La detección de mentiras no es una ciencia exacta, sino una habilidad que se puede mejorar con la observación, el entrenamiento y el conocimiento de los indicadores no verbales que delatan al mentiroso.

Los indicadores no verbales son señales que emite el cuerpo o la voz que reflejan el estado emocional o cognitivo de la persona. Pueden ser gestos, posturas, movimientos, expresiones faciales, tono de voz, ritmo del habla, etc.

Los indicadores no verbales se pueden clasificar en cuatro categorías: microexpresiones, deslizamientos emocionales, señales de estrés y contradicciones entre el lenguaje verbal y el no verbal.

Las microexpresiones son expresiones faciales breves e involuntarias que muestran una emoción genuina que el mentiroso intenta ocultar. Suelen durar menos de un cuarto de segundo y son difíciles de percibir a simple vista. Se pueden entrenar para reconocerlas mediante programas informáticos o vídeos.

Los deslizamientos emocionales son manifestaciones corporales o vocales que revelan una emoción incongruente con lo que se dice o con el contexto. Por ejemplo, sonreír cuando se habla de algo triste o grave, o tener la voz temblorosa cuando se dice algo seguro o confiado.

Las señales de estrés son indicadores fisiológicos o conductuales que muestran que la persona está sometida a una presión psicológica. Por ejemplo, sudoración, rubor, dilatación de las pupilas, parpadeo frecuente, respiración agitada, tartamudeo, titubeo, etc.

Las contradicciones entre el lenguaje verbal y el no verbal son inconsistencias entre lo que se dice y lo que se hace. Por ejemplo, asentir con la cabeza cuando se dice que no, o mirar hacia otro lado cuando se dice que se está atento.

Para detectar mentiras hay que tener en cuenta el contexto, la línea base y las claves específicas de cada persona. El contexto es el conjunto de circunstancias que rodean al hecho o al sujeto que se investiga. La línea base es el comportamiento normal o habitual de la persona cuando dice la verdad. 

Las claves específicas son los indicadores no verbales particulares que cada persona muestra cuando miente.

Para detectar mentiras hay que seguir un método sistemático que consiste en: establecer una hipótesis sobre la veracidad o falsedad de lo que se dice; buscar evidencias que apoyen o refuten la hipótesis; evaluar las evidencias teniendo en cuenta su fiabilidad, su relevancia y su consistencia; y llegar a una conclusión razonada.